Que difícil es decir lo que tan claro se siente en el alma. Nos empeñamos en dar mil vueltas a la manzana a pesar que tan poco se paró a pensarlo Eva justo antes de morderla…
La gente suele decir de mí, que me expreso muy bien, que algún día podría llegar a dedicarme al mundo de las letras porque tengo duende. No saben lo que dicen.
Siempre he pensado que es mucho más sencillo expresar lo que otros sienten a lo propio de uno mismo, y quizás ese sea el motivo de comenzar así esta carta. Quizás sea el mismo motivo, el de decidir darle aquí fin y terminarla.
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